Powered By Blogger

jueves, 18 de octubre de 2012

Un personaje curioso



Este personaje del que voy a hablar me deja un poco perturbado cada vez que lo tengo que leer o cuando recuerdo que lo leí. No se trata de ningún alma en pena, ningún demonio ni espíritu maligno; siquiera se trata de un villano caracterizado por alguna suerte de extrema crueldad. No, todo lo contrario; este personaje es un hombre común, con un trabajo común, con un hogar común y rodeado de personas comunes. ¿Qué es lo extraño de este personaje? Pues lo extraño de este personaje es su falta total de sentimientos humanos, su falta de valores y su indiferencia: después de casi 7 años de haberlo leído, sigo sin entender las actitudes de Meursault, protagonista principal de “EL EXTRANJERO” de Albert Camus.
Haciendo un poco de historia, “El extranjero” es la primera novela de Camus, publicada en 1942 y cuyo tema habla del “absurdísimo” con lo cual podemos darnos cuenta que ya vamos a entrar en un campo extraño. Y es que Meursault es extraño. Para describir a este personaje lo único que tengo que decir son muy pocas palabras: indiferente, pasivo, absurdo. Y es absurdo como un hombre como él puede ser así, tan carente de sentimientos.
¿Dónde esta esa falta de sentimientos? En todo el libro. Por empezar, la novela arranca mal, ya que Meursault se entera que se muere su madre. Un acontecimiento muy triste que muchos han pasado y que muchos pasaremos algún día. Pero él en vez de llorar o sentir pena por eso, simplemente siente cierta “molestia” por tener que viajar al entierro. Una vez allí, en el lugar donde su madre murió, y por ende donde la enterrarían, Meursault solo atinaba a sentir molesto el calor y a observar a las personas que lo rodeaban, sin sentir realmente algo que se pueda destacar. El resto es lo mismo de siempre. En los días siguientes, Meursault se reencuentra con una especie de “ex novia”, ve películas cómicas con ella, conoce a un vecino que anda en negocios raros y le ayuda a golpear y a humillar a su mujer; acepta una propuesta de matrimonio sin amar a la mujer y finalmente mata a un árabe. ¿Cuál es el hilo en toda esta historia? Ninguno, salvo la extrema pasividad de Meursault, quien no le molesto ni un poco la conciencia hacer tantas cosas malas o siquiera pensar una propuesta de matrimonio. Meursault es como una máquina, solo dice que si, sin importar qué o cómo.
En la segunda parte del libro, luego del asesinato, Meursault va a la cárcel y luego en un largo y duro juicio donde, nuevamente, lo único que él sentía era el calor del lugar y la mirada penetrante de todas las personas que presenciaron el juicio, él es condenado a muerte gracias a que el hábil fiscal lo hizo quedar como una persona llena de maldad y odio. Y aún si no fuera así, realmente no quedaba nada mal esa interpretación, sobre todo porque el crimen que cometió no tenía ningún sentido. Y es así la vida de este personaje, aparentemente solo preocupado por sus dudas sobre la existencia.
Lo que más me sorprendió de Meursault fue que, a pesar de todo lo dicho, lo único que realmente defendió con pasión fue su ateísmo, como si de eso dependiera su vida (lo que, paradójicamente, fue lo que lo hizo condenarse).
Camus creó a un personaje que representa todo aquello que él veía como malo en aquella sociedad en guerra, cuyas matanzas sin sentido daban un aire de que el ser humano se estaba volviendo una “Máquina” como Meursault termino siendo. Es por eso que este personaje me parece tan extraño y tan perturbante en algunos puntos. Solo eso, recomiendo el libro porque esta muy bueno para leerlo y pensar. Gracias por leer y hasta la próxima.

No hay comentarios:

Publicar un comentario